viernes, 12 de febrero de 2016

Pregúntale al polvo de John Fante


Fante es un escritor que practicó con abundancia lo que hoy en día se llamaría "autoficción", o casi: la mayoría de sus novelas están protagonizadas por aspirantes a escritores de origen italiano en la California de mediados de siglo, es decir, alter-egos poco disfrazados del propio escritor.

Pregúntale al polvo está considerada como la obra maestra de Fante. Esta protagonizada por el alter-ego de Fante, llamado Arturo Bandini, que enfrenta  a los enemigos habituales (la falta de trabajo y dinero, su propia inseguridad, el rechazo o la indiferencia de los demás...), y además a una relación autodestructiva con una joven camarera mexicana, Camila, que le dará tanto como le quitará, o más.Temas recurrentes en los trabajos de Fante son la pobreza, el catolicismo, la familia, la identidad ítalo-estadounidense, los deportes y la escritura.

Arturo Bandini es un agobiado escritor que vive en un hotel de Bunker Hill, en una zona venida a menos del centro de Los Ángeles. Viviendo a base de naranjas, crea inconscientemente una imagen de Los Ángeles de una moderna ciudad distópica durante la época de la Gran Depresión. Su cuento publicado, "El perrito rio", no impresiona a nadie en su sórdido hotel, excepto por una chica de 14 años. Casi sin dinero, Arturo llega al Columbia Buffet donde conoce a Camilla López, un camarera mexicana-estadounidense.

Bandini está en busca de aventuras emocionantes en la gran ciudad; no tiene amigos ni trabajo. Sabemos que vive en una pensión, que quiere ganarse la vida como escritor y que tiene una madre en algún lugar lejano a la que escribe cuando necesita plata. Ha caído en la conclusión de para escribir él no ha vivido lo suficiente. Y a eso va, a vivir y a nutrirse de experiencias.

La novela es un desfile de frescos de la miseria. Desde la camarera mexicana de la que se enamora y a la que insulta y trata con desprecio, a las sesiones de prostitución nunca consumada pero financiada con el dinero de mamá. Bandini elabora una estrategia de supervivencia en un mundo que parece girar más rápido de lo acostumbrado; un mundo en el que conviven el puritanismo, las drogas, el dinero sencillo del entretenimiento y la mendicidad más atroz. Bandini conoce que no fue criado para todo aquello, oye aun en sus entrañas los consejos repetidos por su madre; los oye aun cuando la maldad lo llama; los oye aun cuando el odio típico del inadaptado le enardece.

El racismo norteamericano es algo de lo que ya tuvimos muchas noticias y Bandini lo experimenta desde pequeño. El insulto de “¡Macarroni!” con que nos topamos a cada página en Espera a la primavera, Bandini da la pauta de ello. Y también la furia del propio Bandini, norteamericano nativo, ante la ofensa. Es por eso que el Bandini adulto se dedica a humillar mexicanas o a mancillar inválidos en Pregúntale al polvo.

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